El otoño en mi corazón.

Sentí sus caricias y su respiración sobre mi piel. Era una tarde fría de otoño gris en Paris la ciudad del vivir en el cual el amor era una adicción, el estaba a mi lado con sus aires de conquistador pero yo fríamente solo comía mientras el hablaba conmigo sobre lo que sentía. Era aquel restaurante el más hermoso de la ciudad en donde cualquier chica se sentiría una princesa y yo indiferente seguía, es que no lo sentía. No sentía ese amor al igual que el y el prometía amarte y yo de cobarde no podria decirle que nunca lo he amado. Me dijeron unas ganas de decir lo que sentía y sin pensarlo dije -Perdoname, por la mal ocasion por estropearte los sueño brevemente en el amor. No quiero lastimarte nunca fue mi intención pero si no me expreso moriré en esta situación. Yo te pido no me odies, amo a otro asi es la vida y eso el mundo no sabía y estoy muy convencida que tu eres el mejor partido pero nadie elige a quien querer por eso es que, yo quisiera amarte como te lo mereces y no puedo aunque quiero no me sale del pecho lo intento y me freno y la cobardía por no herite me mantuvo en silencio, hoy confieso llevo meses fingiendo como inventarme sentimientos que mi alma no han nacido y que le digo al corazón.- dijo respirando fríamente poniéndome en pie y corriendo lejos lo mas lejos que puede correr alguna vez. El corrió tras de mi..

La brisa acariciaba suavemente mis mejillas y seguía corriendo lejos sin mirar atrás, pero tras de mi venia el, venia triste con ganas de luchar por este amor que sentía, sus lágrimas caían como si estuviera lloviendo, mojaban su bufanda color castaño y su abrigo color gris, gris como mi corazón no puedo dejar de admitirlo me sentí peor, pero no quería seguir engañando a mi corazón. Entonces seguí corriendo hasta la estación del tren y el continuaba tras de mi.. -Te amo, te amare siempre- dijo llorando deteniéndose.
No pude evitar mirar atrás y detenerme. Caminé hacia el y le dije -Te quiero, perdón- llorando me sentía culpable.
-Hacen falta dos para amar y solamente soy yo, duele mucho pero vete mi amor, lejos lejos muy lejos. Pero nadie te va ha amar como yo- dijo marchándose lejos..
-¿A donde vas?- dije.
-A donde mi corazón decida- dijo el comprando un boleto sin dirección.
-Te..- dijo sin poder hablar, con un nudo en mi garganta.
-Adiós, mi vida me iré pero mi corazón contigo estará siempre- dijo subiéndose al tren mirándome por la ventana.

El tren comenzo a correr y a correr lejos y lejos hasta que no lo pude ver.. Entonces corrí y corrí hasta aquel restaurante en el cual el corazón de el rompí. Tome mi bicicleta y me dirigi donde esta el dueño de mi corazón el que deje por temor. Cuando llegue estaba solo solo y llorando por que sabía que me estaba amando.
-Regrese por ti- dije acercándome a el.
-Renuncie a todo, a mi padre diciendo que no a todos lo que se oponían, perdoname por dejarte ir- dijo abrazándome.
-Te amo- dije mientras el me tomo la mano acerco la cara y me beso la boca y sin darnos cuenta con una caricia me dijo mil cosas.
-Eres la mujer que duerme en mis sueño, la que siempre busco y hoy por fin encuentro- dijo sonriendo mientras sus lágrimas salían de la emoción. Lo abrace fuertemente en aquel lugar en el cual lo deje un día y en el cual volvió a mi.

..Si amas algo dejalo libre, si vuelve fue tuyo si no nunca lo fue..